El
centauro es un ser con cuerpo de caballo y el torso, brazos y cabeza
de hombre.
Habita
en equilibrio con la naturaleza, así que sólo caza lo que necesita
para vivir y, si tala un árbol, planta otro. Es habitual
encontrarlos en prados, claros y bosques de hoja caduca. Son muy
sociables con otras especies del bosque.
Los
centauros son conocidos por sus habilidades con la lanza y con el
arco, aunque también pueden usar garrotes y escudos a la hora de la
lucha. Son seres de gran fuerza, sobre todo por su parte animal. Esta
parte de caballo les permite cocear, pisotear y cargar con lanza.
Su
sociedad está formada por tribus donde suele haber una élite de
centauros guerreros y, al menos, un sacerdote que será considerado
el líder.
Es
famosa su afición por el vino, que les tranforma en seres
desagradables y algo toscos, incluso agresivos.
Una de
las leyendas de la mitología griega cuenta que el primer centauro
fue Chirón. Chirón era un titán que entró en guerra con los
jóvenes dioses el Olimpo, pero perdió. Como castigo, Apolo, el dios
de la luz y la razón, lo convirtió en mitad hombre y mitad caballo.

Mientras
que el resto de centauros eran bestias muy rudas, el inmortal Quirón
se distinguía por su carácter civilizado lleno de sabiduría,
inteligencia y fraternidad. Era un gran músico y fue famoso por su
extenso conocimiento en el campo de la medicina. Los héroes de la
Ilíada no dejaban de alabar las pócimas de hierbas con que trataba
las heridas do guerra. Apolo, amigo personal de Quirón, le encomendó
la educación de su hijo Asclepio, dios de la medicina, lo que el
centauro consideró un gran honor pero no el único, pues también se
encargó de la instrucción de Jasón, Acteón y Aquiles, entre
otros, debido a su enorme paciencia. Gracias a Apolo, Quirón se
convirtió en un extraordinario arquero.
Quirón
vivió en una cueva del monte Pelión en Tesalea. Estuvo casado con
Chanclo y tuvo una hija. Su nieto, Peleo, recibió el apoyo de
Quirón, entre otros, cuando quiso cortejar a la bella diosa del mar,
Tetis, en una relación de la cual nacería el gran héroe Aquiles.
Por
desgracia, el buen centauro tuvo un final cruel y doloroso, pues
durante una visita de Heracles al centauro Folo se desencadenó una
pelea con otros centauros sobre una crátera de vino, y Quirón fue
herido por una flecha venenosa de forma accidental por el héroe. Los
dolores que sufrió fueron tan severos que decidió regalarle su
inmortalidad a Prometeo.
Zeus,
como agradececimiento por este gesto, dibujó la forma de centauro de
Chirón en una constelación y le dio el nombre de Sagitario.
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