Antes, las personas morían por causas naturales. Existían asesinos
invisibles llamados enfermedades, el envejecimiento era irreversible y
se producían accidentes de los que no se podía regresar. Ahora, todo eso
ha quedado atrás y sólo perdura una verdad muy simple: la gente tiene
que morir. Y esa es la tarea de los segadores. Porque en un futuro donde
la humanidad controla la muerte, ¿quién decide cuándo y cómo sembrarla?
Citra y Rowan acaban de ser seleccionados como aprendices de segadores.
¿Su objetivo? Superar las pruebas de su mentor, sean las que sean.
Aunque en el proceso renuncien a todo lo que les hace humanos.
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