Cuando el pasado se convierte en futuro, todo puede suceder en la noche de carnaval.¿Qué sucedería si un fantasma te pidiera ayuda? Tras un sueño en el que su antepasada le ruega que la ayude, Gabriela viaja a Venecia para aclarar un suceso ocurrido en el siglo XVIII. En la ciudad de los canales tropieza con Mario, un atractivo italiano que además de colarse en su cabeza, es una pieza clave para resolver el misterio. Pasado y presente se entremezclarán poniendo en peligro la seguridad de la pareja y dará rienda suelta a la pasión como si se tratara de un guiño del destino.
Gabriela
viaja a Venecia después de tener un sueño en el que una mujer
exactamente igual que ella, la pide que la ayude. Cuando llega a la
ciudad italiana se queda a vivir en un hotel donde los dueños, son
los padres de una amiga que conoció cuando estudiaba allí. Cuando
va de visita a las piombi se encuentra con el dueño, que resulta que
tiene que ver con la historia de su antepasada, Mario, ya que el
antepasado de Mario fue el novio de la antepasada de Gabriela. Al
principio de la historia no se van a llevar nada bien pero todo eso
cambiará cuando se desvelen secretos, pero... ¿La historia está
destinada a repetirse?¿Acabará de la misma forma o cambiará
gracias a Mario y a Gabriela?
Este libro tardé mucho tiempo en leérmelo pero no porque no
fuera interesante, sino porque al principio me pareció un poco lento
y por eso lo dejé de lado y empecé otros, pero cuando lo retomé me
sorprendió bastante la trama, no me lo esperaba. La trama va
mejorando a lo largo de la historia y se vuelve más interesante. Lo
que más me gusto fue el misterio, el paralelismo
entre las dos historias y el romance que surge entre Mario y
Gabriela.
Lo
que creo que nos puede atraer de este libro es la similitud de las
dos historias, pensando si pasará lo mismo que en el pasado o
cambiará al final, cuando los protagonistas desafían al destino.
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